Sé que ésta es una noticia que os alegrará a más de uno. Algunos porque estabais esperando el relevo de la “vieja” 5D –lleva tres años en el mercado (una “eternidad” en la era electrónica que vivimos)– para pasaros al “full frame” y otros –usuarios ya de este modelo– porque la avalancha de novedades y mejoras que la “hija lista” va a traer bajo el brazo os va a impedir controlar vuestro gasto y acabaréis picando también. Yo prefiero ni hablar del tema.
Pues bien, como recogen tanto Quesabesde como DSLR Magazine –de fuentes bien informadas en ambos casos (entendemos que de la misma Canon)– todo parece apuntar a que en la próxima feria Photokina, que comienza en nada, se presentará la Canon EOS 5D Mark II (o como finalmente se llame este modelo; meses atrás se especuló con que su nomenclatura pudiera ser 7D).
La tardanza en la renovación de este modelo se puede explicar por varias circunstancias. Hasta hace poco, ocupaba una categoría dentro de las DSLR que estaba formada exclusivamente por ella misma. La podríamos denominar la categoría de las cámaras réflex de sensor con formato completo y “asequibles” (por encima estaría la serie 1Ds, mucho más cara). Estas circunstancias le han hecho ser líder de ventas, ya que ha servido de segunda cámara para muchos profesionales y de cámara principal para muchos aficionados avanzados. No tenía competencia. Sin embargo, la apuesta de Nikon por el formato completo con la profesional D3 y, sobre todo, con la D700 ha obligado a los ingenieros de Canon a ponerse las pilas antes de sacar a la calle el nuevo modelo.
El abismo que existía entre Nikon y Canon hasta hace pocos meses se ha cubierto con dos extraordinarios puentes: las ya citadas D3 y D700. Nikon ha hecho buena parte de sus deberes pendientes y ha colocado a Canon en la disyuntiva de tomar aire, coger carrera e intentar dar un largo salto.
Por eso, las características que se han ido filtrando sobre la nueva cámara de Canon son de infarto (algunos de ellos adelantados ya por la reciente 50D). Casi con total seguridad estaremos hablando de un sensor de tipo CMOS de 21 megapíxeles de resolución (habéis oído bien, 21, como la EOS–1Ds Mark III), y un procesador Digic IV con impresionantes resultados a la hora de reducción de ruido, que mejora también el rango dinámico (la gama tonal) de las imágenes, mediante un sistema de compensación de luces y sombras que dan como resultado imágenes más cercanas a las copias fotográficas tradicionales. Por otro lado, no sería raro que el nuevo modelo presentara valores ISO forzados de hasta 12.800, un disparo en ráfaga de 5 o más fotogramas por segundo y, por supuesto, ofrecerá limpieza del sensor y previsualización en pantalla, que será seguramente de 3 pulgadas y mucha más resolución que la actual 5D.
Vale, ya sé que estáis babeando después de leer esta entrada. Ya sólo queda ahorrar los ¿3.000 €? que posiblemente cueste el nuevo cuerpo.
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