Pero, sin duda, lo más llamativo de la presentación del pasado día 23 en Tokio fue la nueva Nikon D3, convertida, desde su nacimiento, en la réflex de formato completo más rápida del mercado. Los responsables de la marca en Japón no han dudado en definir la llegada de la D3 como el comienzo de una nueva era en la fotografía réflex digital.
La nueva cámara nikonista presenta un cuerpo de aleación de magnesio y un peso de 1.400 gramos. El obturador, por su parte, ofrece una vida útil de 300.000 ciclos.
Lo más sorprendente del nuevo modelo de Nikon es la incorporación del nuevo sensor CMOS (Nikon siempre había utilizado CCD en sus réflex digitales) de formato completo que, con unas dimensiones de 36 x 23,9 milímetros y una resolución de 12 megapíxeles, inaugura la denominación FX.
El disparo en ráfaga es otra de las características destacables del nuevo modelo: hasta 9 fotogramas por segundo (11 fotogramas por segundo en formato recortado, similar al DX), muy por encima de los 5 fotogramas por segundo de la EOS-1Ds Mark III, la full–frame de Canon.
La escala de sensibilidades ISO que presenta es realmente apabullante, convirtiéndose en la más amplia del escaparate digital: entre 200 y 6400 ISO, con valores forzados de 100 ISO y –atención– 25.600 ISO.
La D3 estrena también un nuevo procesador de imagen Expeed y un conversor analógico-digital capaz de trabajar con una profundidad de color de 14 bits en formato RAW.
También extrena el nuevo modelo un sistema de previsualización en pantalla (Live View) y una nueva pantalla LCD de 3 pulgadas y una resolución de 920.000 píxeles.
Otros datos muy interesantes son los 51 puntos de enfoque que luce su pantalla así como la doble ranura para tarjetas CompactFlash.
Sin embargo, llama poderosamente la atención que el nuevo buque insignia de Nikon no ofrezca un sistema de limpieza de sensor en una cámara de características tan avanzadas y de precio elevado, una cámara que nace a finales de 2007, una época donde esta característica es algo habitual en la mayor parte de las marcas que siguen la estela de la tecnología implementada por Olympus. Cualquier usuario de DSLR sabe hasta qué punto el problema de la suciedad en el sensor puede limitar la capacidad para hacer buenas fotos (o multiplicar el tiempo de retoque en el procesado digital). Y esta ausencia es aún más increíble teniendo en cuenta que su hermana menor, la D300, sí lo lleva incorporado. En fin, en Nikon son así.
Tenéis todos los datos sobre la D3 en esta nota de prensa de Nikon USA (en inglés) y en este artículo de Dpreview (en inglés).
Para ampliar la información en español, tenéis esta entrada en la web de Nikonistas. Además, si la queréis ver en acción, no os perdáis este vídeo, de más de 7 minutos, donde Carlos Ormazabal, responsable de Nikon en España, hace una presentación de sus principales características.
La D3 se pondrá a la venta el próximo mes de noviembre con un precio de unos 4.500 euros.
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