Los amigos de Quesabesde acaban de publicar una prueba del GPS que Sony sacó al mercado recientemente.
Este utensilio sirve para ir tomando las coordenadas de los diferentes lugares donde realizamos las fotos y después, en casa, una vez descargadas las imágenes y los datos del dispositivo GPS, cruzar los datos (con el programa GPS Image Tracker) y completar los datos exif de las fotografías con las coordenadas geográficas de los lugares donde se realizaron las tomas. Es decir, geoposicionar las fotografías.
El GPS-C1 tiene la forma de un llavero y es muy ligero (55 gramos); cuenta con un mosquetón que nos permite colgarlo de la mochila para garantizar una buena cobertura.
Su funcionamiento es muy sencillo. Dispone de un botón de encendido, un par de señales luminosas para indicar el estado de la batería y la cobertura, y un conector USB.
El dispositivo se alimenta con una pila que aporta una autonomía de 10 horas de funcionamiento (uno de los puntos flojos según el análisis de Quesabesde).
Sobre el terreno, el GPS va tomando lecturas cada 15 segundos y para su correcto funcionamiento tanto la cámara digital como el GPS deben tener la misma hora.
La facilidad con la que el GPS-C1 pierde la señal de cobertura es otro de los problemas que se mencionan en el test, donde se destaca, además, la extraordinaria sencillez de manejo y el asequible precio del aparato como sus dos bazas más importantes.
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