Cada mañana, Shanghai se despierta inquieta. Hay partos múltiples de hormigón y millones de almas a la deriva. La niebla se mete hoy en los huesos de las alcantarillas y el río Yangzi no quiere ni oír hablar del tiempo.
En España, yo regreso a casa, de madrugada; me fijo en una línea amarilla pintada en el suelo –de esas que indican prohibición de aparcamiento– y me acuerdo de Julio. Es una asociación que no entiendo bien. Con suerte, le dejarán leer esto.
Cámara: Motorola RAZR V3 con cámara VGA (640 x 480 píxeles)
Texto: Julio Ceballos (Reinosa, 1979). Texto autógrafo en la dedicatoria de su libro de poemas “Grandes Naufragios” (2005)
Otros: Edición y postproducción en Photoshop
viernes, 13 de octubre de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Buena foto y precioso texto
Una composición muy bien hecha... con un telefono?
Una imagen cargada de poética. Enhorabuena
RAUL, MUY BUENA SI SEÑOR, VAYA TEXTURAS Y COLORES BIEN LOGRADOS
agotamos los silencios, las hojas en blanco.
la noche rompió a llorar en los dedos de la luna
hemos vuelto a probar la saliva de la lluvia
una mujer lame el sexo de una delgada línea amarilla
es tan fina que se transparenta la locura
yo estuve allí
y te dejé buscando
Yo también perdí toda la noche lamiendo líneas amarillas... qué sábado!!!!!!
Julio sigue escribiendo tan bien como siempre. Y tus fotos siguen siendo tan malas como de costumbre...
jeje... es broma... muy chuula la foto
Publicar un comentario